Es probable que hayas oído hablar en alguna ocasión sobre las fachadas ventiladas y aún no sepas exactamente lo que son. Las puedes encontrar en multitud de edificios, ya que son una de las opciones preferidas por los arquitectos y constructores debido a una serie de aspectos. Es por esto que conviene que leas el siguiente post.

La fachada de un edificio constituye el aspecto estético que transmite el mismo al exterior, pero, además, cumple un rol fundamental para protegernos térmica y acústicamente.

Actualmente muchos edificios presentan problemas de ventilación y aislamiento, lo que supone una importante pérdida energética. En verano solemos tener mucho calor y en invierno mucho frío. Es por esto que es importante considerar este sistema constructivo, que está caracterizado por ser el más eficiente para el cerramiento de edificios hoy en día.

Qué son las fachadas ventiladas

Las fachadas ventiladas son una solución de construcción para el revestimiento de exteriores, tanto en obra nueva como en rehabilitaciones, que cuenta con un sistema que se ha ido asentando con gran aceptación en los últimos. Gracias sus prestaciones, calidad y sus posibilidades estéticas, este tipo de fachadas suelen llamar la atención. Sobre todo cuando su material de revestimiento es de mármol, que brinda una gran protección y soporte al edificio en cuestión y, lo que es más importante, supone un considerable ahorro energético.

Cómo funcionan las fachadas ventiladas

Las fachadas ventiladas se diferencian de cualquier otro tipo de fachadas porque estas permiten la circulación de aire entre el muro y el material de revestimiento, quedando el espacio interior protegido del frío y del calor.

Para las fachadas ventiladas pueden emplearse diversos materiales: cerámica (como pueden ser el gres porcelánico o la terracota), aluminio pulido, madera, cristal, etc. Pero, sin duda, el material que está consolidando mayor tendencia es el mármol, ya que se trata de una piedra natural de gran resistencia, duración y con unas cualidades estéticas envidiables y perfectas para el exterior.

Una fachada ventilada de mármol consta de:

  • El muro de soporte, que puede ser de fábrica de ladrillo cerámico o de hormigón.
  • Una capa aislante sobre el soporte, la que genera propiamente el aislamiento térmico. Para evitar puentes térmicos es común emplear un aislamiento adherido con mortero adhesivo.
  • Una capa de revestimiento vinculada al edificio mediante una estructura de anclaje. Este sistema de anclaje puede ser de fijación química, mecánica, sobre guías o mediante una estructura de aluminio, que suele ser la más común.

Así, entre el aislante y el material de revestimiento se forma una cámara de aire que permite una ventilación natural, garantizando el aislamiento, eliminando los problemas de condensación y contribuyendo, de esta forma, al ahorro energético.

Esta cámara de aire ventilada que se genera, en verano, protege al muro soporte y evita la conductividad por conducción; mientras que, en invierno, evita que las humedades pasen al muro soporte.