La piedra natural se ha empleado en la construcción de manera tradicional desde hace siglos. Prácticamente desde la era prehistórica ya se recurría a este material. Tenemos muestra de ello en numerosos monumentos y obras arquitectónicas que han protagonizado acontecimientos históricos y que, a día de hoy, son considerados Patrimonio de la Humanidad gracias a su buen estado de conservación.
Actualmente, a pesar de que se recurre con mayor frecuencia a materiales de menor coste, menor tiempo de ejecución y que derivan de sucedáneas mezclas, como por ejemplo el cemento, se sigue empleando la piedra natural. Ya sea para proyectos de construcción de obra nueva, para rehabilitación o reforma, la buena presencia y las múltiples ventajas de la piedra natural sigue siendo admirable.
Los tipos de piedra más empleadas en la construcción son: el mármol, el granito, la pizarra, la caliza, la arenisca o la cuarcita.
Ventajas de la piedra natural en construcción de obra nueva y reforma
¿Por qué emplear la piedra natural para la construcción?
- Durabilidad: Aplicar piedra natural para un proyecto de construcción equivale a alargar la vida de dicho producto en el tiempo, incrementando su valía y ahorrando en costes de mantenimiento.
Para asegurar la durabilidad de la piedra debemos asegurarnos del tipo de piedra. Hay algunas que no deben utilizarse debido a su alta porosidad o a que puedan estar expuestas a ambientes de hielo y deshielo. Sin embargo, el granito, por ejemplo, es una piedra muy resistente frente a la erosión y las altas temperaturas.
- Apariencia: Cada piedra es única en la naturaleza. Su indiscutible belleza y su elegante estética son características que nos pueden aportar muchos beneficios si la usamos para algunos elementos en construcción.
- Mecanización de la cantería, que facilita las técnicas de instalación de la piedra natural. Las avanzadas tecnologías de la industria extractiva hacen que cada vez sea más viable maniobrar con este material tan robusto y denso para dejarlo listo para su utilización.
- Inercia térmica: Debido a su gran masa y a su densidad la piedra natural presenta por excelencia una elevada inercia térmica. Por tanto, es un material aislante que ayudará a incrementar la eficiencia energética del edificio o la vivienda en cuestión.
- Resistencia al fuego: La piedra natural es ignífuga, lo que le confiere de una total seguridad para emplearse en una enorme cantidad de proyectos. En fachadas, elementos arquitectónicos, paredes o en estructuras subterráneas y puentes puede ser muy viable su uso.
- Aislamiento acústico: Si lo empleamos como recubrimiento de paredes podremos sacar provecho de su increíble capacidad para aislarnos del sonido exterior.
- Versatilidad: La piedra natural puede ser aprovechada en diversas aplicaciones en proyectos de obra nueva o rehabilitación. Es adaptable tanto para exterior como para interior. Está presente en pavimentos, revestimientos, escaleras, encimeras, etc. Sin lugar a dudas, es muy versátil.
- Diversidad: Por ejemplo, en el caso del mármol podemos encontrar una gran variedad de rocas, de diversos colores y texturas: uniformes, veteadas, salpicadas, etc.
- Integración arquitectónica: A nivel paisajístico, el empleo de la piedra natural como estructura exterior de un edificio o vivienda permite una gran integración, ya que es un elemento que es obra de la naturaleza y respeta al máximo el entorno.
Con todas estas características y propiedades, la piedra natural ofrece enormes ventajas para el mundo de la construcción.
Únicamente será económicamente viable trabajar con ella si podemos trabajar fácilmente con este material mediante la adecuada maquinaria industrial para cortarla, darle forma y el tamaño adecuado.