Trabajar con grandes bloques de mármol precisa del espacio adecuado para que la manipulación de nuestra materia prima sea confortable. La optimización de los espacios en el almacén en el que desempeñamos nuestra labor diariamente es fundamental para sacarle el máximo rendimiento. Por eso, vamos a darte una serie de consejos para aumentar el rendimiento del almacén.
Consejos para mejorar la eficiencia en el almacén
1. Mejorar el entorno de trabajo
Limitar los desplazamientos innecesarios, sobre todo el desplazamiento de cargas pesadas es evitar roturas de las piezas y reducir los riesgos para los operarios.
Para mover grandes bloques podemos ayudarnos de brazos de carga, grúas o carros que permitan trasladar los elementos del almacén de un lado a otro de forma segura.
Además, saber exactamente qué material tenemos guardado, qué nuevos elementos entran en el almacén y cuáles son objeto de trabajo en cada momento, es importante para optimizar la inversión en material y amortizar todas las piezas adquiridas. Esta información la obtenemos mediante inventarios que debemos realizar periódicamente.
2. Estructurar y ordenar el espacio en el almacén
Cada tipo de material debe colocarse en una zona destinada a ello dentro de nuestro espacio (almacén, área de trabajo, recepción y salida de material u otras zonas que sean útiles según nuestro proceso de producción).
Delimitar las áreas de almacenamiento y trabajo nos ayudará a organizar mejor las tareas. Una buena distribución del espacio limitado que tiene el almacén supone a medio plazo una ventaja competitiva.
Para almacenar materiales de gran tamaño son importantes los racks de almacenamiento donde los bloques y tablas de mármol pueden guardarse apoyados en caballetes resistentes de manera que se reduce el espacio de almacenamiento garantizando a la vez la seguridad de las piezas.
El área de trabajo debe ser amplia y cómoda para que los operarios puedan manipular el mármol de forma segura.
Es interesante que en el lugar donde manipulamos la piedra tengamos unas mesas de trabajo con ruedas, sobre todo para la colocación y realización de los acabados o trabajos finales del proceso.
3. Invertir en equipamiento de calidad
Existe en el mercado una amplia gama de máquinas que facilitan la manipulación ordenada del material. Hay que destacar las ventosas para materiales de grandes dimensiones, especialmente las destinadas a manipular vidrio y tablas de gran formato.
Los carros que soportan gran tonelaje y los robots, más caros pero muy precisos, también son opciones de ingeniería mecánica que hacen más cómodo el trabajo diario.
4. Familiarizarse con la maquinaria
Esto implica saber cuándo se adquirió cada equipo, a qué precio, cuántos servicios de mantenimiento han recibido, su periodicidad así como estar al tanto de quiénes son los operadores que reportan mayor desempeño y en qué tareas destacan.
5. Especializar las tareas de cada uno de los empleados
Cuanto más especializado esté un almacén, más precisas serán las tareas a realizar por los equipos. Al contar con trabajadores especializados en sus labores, estos podrán detectar rápidamente posibles errores y mejoras en los procesos que se realizan dentro del almacén.
6. Realizar controles de calidad para evitar errores
Con el control de calidad los productos se revisan en cada paso. Existen protocolos que especifican cómo asegurar que el proceso está siendo óptimo.
Por último, un consejo que nos ayudará a incrementar la productividad del almacén es el análisis de las razones por las que se pueden producir pérdidas. Entre las más comunes están:
- Paradas por averías
- Errores con la maquinaria
- Pérdida de velocidad o efectividad en el uso de la maquinaria
- Falta de recursos técnicos o humanos para atender las tareas
En definitiva, conocer bien el material pesado pero, al mismo tiempo delicado, con el que trabajamos y en qué zona del almacén colocarlo para no desperdiciar unas piezas tan costosas facilitando su manipulación por parte de los operarios, es lo que debemos cuidar diariamente.