El mármol es un material muy empleado en la construcción y como elemento decorativo en muchas partes del hogar. Presenta cualidades técnicas inmejorables en lo que respecta a su durabilidad, resistencia y su buen aspecto. Sin embargo, también es una piedra natural de superficie porosa que requiere de un mantenimiento especial para conseguir que vuelva a quedar como nueva. Para ello, ¿es necesario pulir el mármol?

Antes de saber si conviene pulir el mármol debes conocer la diferencia entre abrillantar y pulir el mármol.

¿Qué diferencia hay entre pulir y abrillantar el mármol?

El pulido del mármol es un proceso de mantenimiento que conviene hacer antes que el abrillantado.

Cuando el mármol presenta manchas incrustadas y persistentes, está rayado o dañado, es conveniente proceder a un pulido mediante una pulidora de mármol o los productos que mencionaremos más adelante, pero no hacer un abrillantado. 

¿En qué consiste el pulido?

El pulido es un mantenimiento más complejo que el abrillantado, ya que lo que hacemos con el primero es rebajar la superficie para eliminar los picotazos o arañazos y, por tanto, corremos más riesgo de deteriorar el mármol si no realizamos este procedimiento de la manera correcta.

¿Qué significa abrillantar el mármol?

Por su parte, el abrillantado del mármol es el proceso que se limita a devolver el brillo original del mármol cuando este, con el paso del tiempo, se vuelve mate. En este caso, el proceso de abrillantado consigue otorgar una mayor proyección y minimizar la porosidad de la superficie.

Es habitual que, al pulir el suelo o la superficie de mármol, este pierda su brillo, por lo que después será conveniente abrillantarlo.

Pulir el mármol para hacer un buen mantenimiento

En función del estado en el que se encuentre el suelo, la encimera o el tipo de superficie de mármol, tendrás que valorar si es necesario pulir y abrillantar, solo abrillantar o hacer un proceso de micro-pulido, que es un paso intermedio y que conlleva hacer un pulido superficial.

En el caso de que los arañazos sean poco profundos y requieran un mantenimiento menos abrasivo haremos un micro-pulido. Con él realizaremos un tratamiento de limpieza de mármol con productos específicos y un diamantado superficial para alisar la superficie.

En cambio, para pulir el mármol con arañazos más profundos habrá que rebajar la superficie mediante una máquina pulidora profesional, con segmentos diamantados metálicos y, después, con discos diamantados de resina para lijar el mármol. Estos discos diamantados serán de distintos granos en función del grado de deterioro del mármol, pero habrá que tener cuidado, ya que si no se hace bien se puede estropear. Es por esto que este proceso suele dejarse en manos de profesionales.

Por último, hay que tener en cuenta que cada superficie de mármol habrá sido trabajada previamente mediante una maquinaria de pulido y cepillado hasta conseguir el tipo de superficie deseada para su comercialización. Por tanto, también habrá que considerar el tipo de mármol al que nos enfrentamos.