El material porcelánico de gran formato ofrece unas propiedades estéticas y mecánicas muy superiores a las de formato convencional. Al tratarse de un material natural en el que se ha desarrollado e investigado durante muchos años, el resultado en laminación y recubrimiento es altamente beneficioso para revestir grandes superficies.

Hoy en día las piezas porcelánicas de grandes dimensiones están pensadas para satisfacer todo tipo de proyectos arquitectónicos, abriendo nuevas posibilidades para el diseño de interiores y exteriores y permitiendo la máxima expresión creativa.

¿A qué llamamos porcelánico de gran formato y para qué se emplea?

El porcelánico de gran formato es el que está marcando más tendencia en el mundo de la decoración de interiores y exteriores, así como en la arquitectura. Este tipo de baldosas de grandes dimensiones son destacadas, tanto por expertos como por los consumidores, por sus múltiples aplicaciones y por proporcionar cualidades técnicas de elevadas prestaciones.

El pavimento de gres porcelánico está fabricado de una sola cocción, es un material con muy baja absorción al agua, compacto, antideslizante y puede imitar cualquier material natural, como la piedra, el mármol o el granito.

En cuanto a todas esas aplicaciones que comentábamos, el porcelánico de gran formato está capacitado para emplearse en pavimentos, fachadas ventiladas, revestimientos, decoración de interiores y exteriores. Por ejemplo, para revestir mobiliario de interior (encimeras, salpicaderos de baño, mesas de trabajo, etc.). Se emplea tanto en el ámbito público como privado, para un uso comercial o industrial.

Ventajas de apostar por el porcelánico de gran formato

A diferencia del gres normal, el porcelánico de gran formato es mucho más resistente, absorbe menos el agua y la humedad y, sobre todo, es más duradero. Otras de sus características que debemos señalar son las referentes a su ductilidad, su flexibilidad y atemporalidad. Se verá elegante y de buen gusto en cualquier situación.

A pesar de que sea de gran formato, lo podemos encontrar en el mercado con un mínimo espesor para cumplir de esta forma su función estética con mayor eficacia. Hay muchas opciones respecto a sus dimensiones y composición, desde los más naturales a aquellos más adulterados pero que responden a una singularidad especial.

Al mismo tiempo, el desarrollo de este formato ha generado una gran variedad de matices, colores y texturas para adaptarse a cualquier ambiente.

Podemos catalogar una pieza de gran formato desde aquellas que miden 60 x 120 cm a las que adquieren una dimensión de 160 x 320 cm, o incluso más, con un grosor de hasta 3,5 mm.

La gran dimensión de sus piezas es sin duda una gran ventaja, ya que este hecho requiere, evidentemente, el empleo de menor cantidad de piezas. De esta forma, ganamos mayor rapidez en el montaje y minimizamos los tiempos en su instalación.

Así, con pocas piezas podemos revestir una superficie, reduciendo al máximo las juntas y generando en el espacio una sensación de uniformidad visual muy atractiva. De hecho, cuando nuestro objetivo es precisamente incrementar la sensación de amplitud del espacio (por ejemplo, agrandar visualmente una habitación que consideramos pequeña), lo ideal es recurrir a losas de gran formato.